Mis proveedores de imaginación son mis hijos y mi singular e inigualable amigo, ese ser especial que sabe colarse en mis inquietudes con una naturalidad y desenfado que casi se anticipan a mi propia curiosidad. Este último recientemente me proponía inspiración citando a, nada menos, que el Comandante Spock de Star Trek, quien siempre decía que “el bienestar de la mayoría supera al bienestar de la minoría”. Y desde ese paradigma estelar se desencadena para mí un “rumeo” de consideraciones diversas: me parece un criterio muy solvente a la hora de tomar decisiones; se trata de un elemento esencial en la dinámica de organizaciones, sociedades y colectivos en general; presenta conceptos cuya determinación son la clave del valor final de la máxima planteada. Y este es el punto de incertidumbre, es decir, si no hay unanimidad en el concepto de bienestar todo lo demás se debilita como reflexión, y otro punto sensible es la gestión de la minoría y el tamaño tanto de esta como de la propia mayoría, pues nos movemos en escenarios donde las minorías son grandes y las mayorías a veces muy ajustadas…

En fin, para el Comandante Spock era una cuestión de perspectiva tajante y drástica: la resolución de cualquier encrucijada se debía hacer considerando el número de beneficiarios. Desde ese enfoque, simplista y práctico, sí se desprenden distancias notorias con algunos métodos y aplicaciones actuales en muchos foros y ámbitos. Es decir, el mayor número de beneficiarios y beneficios no es siempre el parámetro principal, y tal vez no pueda serlo, aunque siempre deba estar presente. Pero yo percibo un peligro mayor y es que al final la mayoría delega en una minoría ejecutiva que ya está legitimada desde su posición para actuar en función de la mayoría pero según su criterio que pasa a ser minoritario. A la inversa también es perverso, esto es, esa mayoría que basa su razón en el número y ese pasa a ser su argumento principal o casi único. Una reflexión sobre la democracia representativa y sobre el sistema requiere más tomos que la antigua Espasa, pero no estaría de más unos instantes de serenidad para cuestionarnos estos tres términos: bienestar, mayoría y minoría. La conjugación e interacción de los tres conceptos y sus matices es determinante para todos.

Una mayoría sensible con la minoría, una minoría responsable y comprometida con la mayoría, y un bienestar sostenido y sostenible, equilibrado, justo, proporcional… Sí todo muy complejo, pero la nave de Spock era capaz de grandes proezas y a nosotros nos asaltan a veces las ganas de coger una nave y salir volando… hay mucho “espacio” en medio, que implica redefinir y consensuar bienestar, adaptarlo y ponerlo en valor, reconstruirlo y hacerlo sólido, evitando confundirlo con la comodidad pasiva o la confortabilidad subvencionada; y sobre todo educar a las mayorías que pueden ser minorías en que la razón no se base sólo en el tamaño sino en el sentido, y que el sentido no siempre es cuestión de número; y a las minorías para que nunca pierdan de vista que es la mayoría quien las legitima y les dan sentido.Y que al final todo es un circuito estelar, todos somos o hemos sido minoría o mayoría en algo y para algo, y todos deseamos el bienestar…

Este tremendo circunloquio provoca un deseo desenfrenado de subirse a la nave del hierático comandante y cruzar el universo… Pero nadie dijo que fuera fácil…