Yo en esto creo que voy contracorriente (no es excepcional ni necesariamente acertado en mi caso) y me cuesta algún sin sabor, discrepancia o distancia con socios, colaboradores y compañeros. Lo de contratar por necesidad me parece una obviedad, lo natural y tradicional, lo de siempre vaya. Nos surge una punta de trabajo, un nuevo cliente, un nuevo mercado o detectamos una deficiencia o debilidad evidente y a corregir y entonces buscamos, abrimos proceso de selección y contratamos al mejor candidato posible según la necesidad concreta o la vacante correspondiente. Digamos que esto lo hace cualquiera, sin restar ni un ápice del mérito (nunca suficientemente considerado y valorado) de generar ese empleo y arriesgarse por alguien al que sumas a tu proyecto y en el que inviertes o gastas según el resultado.
Siendo muy loable y lógico ese proceso, a la par que cotidiano y en muchas ocasiones parte de la planificación y programación de cada empresa; el desafío real está en hacer sitio al talento imprevisto, en “inventar” un puesto de trabajo y hacer un hueco a esas aptitudes y actitudes que nos sorprenden, que se nos presentan en el camino, que descubrimos por accidente o que nos atropellan en la tranquilidad de no “necesitar a nadie más”. Son los sobresaltos que se producen cuando la diferenciación, la pasión, la ilusión y la capacidad de alguien confluyen ante tu puerta de previsiones y la tira abajo. Son esos los momentos que hacen que ser empresario sea especial. En realidad ambas posibilidades lo son, porque tener la posibilidad de contratar a alguien valioso, de dar trabajo y dar cabida a las posibilidades de realización personal de otros en colaboración con tu propia vocación, es un privilegio que se gana a pulso y paso a paso en esta aventura que es la empresa. Pero la opción de crear un espacio inesperado para un talento con esperanza, además de satisfacción implica una oporunidad a nuestro espíritu emprendedor y a nuestro sentido y modelo de empresa.
Limitarse a atender la necesidad o paliar un hueco o completar una competencia o departamento mediante la selección y contratación del perfil adecuado es lo ordinario en la actividad empresarial, siendo extraordinario hacerlo y gratificante acertar. Pero apostar por el talento insólito y especial que se presenta con entusiasmo y convicción, nos abre un camino de diferenciación y competitividad difícilmente igualable. No es frecuente que ocurra, pero es más sencillo si estamos dispuestos y sensibles a la posibilidad. El verdadero talento es inversión a plazo fijo y de rentabilidad variable pero con unos tipos de interés muy superiores a los del mercado. El verdadero talento siempre justifica la decisión a medio y largo plazo, y dejarlo pasar sin asumir el esfuerzo de retenerlo o de inventarnos una parcela para que siembre sus potencialidades resulta un despilfarro recprochable.
Nosotros en procesos de selección por necesidad, buscando un candidato hemos acabado seleccionando dos, por puro talento… de ellos. Y yo sueño con que me ocurra eso que me contaron una vez que alguien hizo: que se presenten a mi puerta y la tiren abajo, y me digan eso de “yo quiero trabajar aquí, porque estoy seguro y empeñado en mejorar su empresa, en completar sus posibilidades, y en que juntos crezcamos y ganemos, porque estoy convencido de poder demostrar mi capacidad y de tener actitudes y aptitudes para ello” o algo así y amparado por la pertinente formación y preparación, sin distinción de género ni edad (ya la RAE sostiene el uso del masculino cuando nos referimos a un conjunto o a un colectivo sin que ello implique discriminación alguna).
Encontrar lo que se busca y cuando se busca está al alcance de más gente, que descubrir lo inesperado y apreciar lo especial. Inclinarse por lo necesario es una legítima práctica llena de razones, decidirse por lo extraordinario cuando se nos cruza en el camino se convierte en un singular modo de hacernos únicos. Hacer hueco al talento nos abre un horizonte de alternativas, llenar un hueco necesario con el mejor talento posible nos solventa un problema. Inventar ese puesto de trabajo para esa persona singular o estar siempre atento a lo especial y hacerle sitio, nos hará inigualables. Los empleados sin más tienen coste, el talento que suma tiene un valor que no tiene precio. Quien se suma a nuestro modelo de empresa se tiene que percibir como una oportunidad en lugar o además de una necesidad, o convertirse en necesidad por detectar una oportunidad.
Aspiremos a empresas hechas de talento diverso y hasta dispar; talento que se acopla, se amolda, se justifica y se defiende solo. No hay que tener reservas ni miedos a la contratación si es el talento que necesitamos en un momento imprevisto o si es un talento que se hace necesario. Una llave para el éxito pasa por el riesgo de generar y ofrecer la participación en proyectos y no “puestos de trabajo”, los contratos son fórmulas jurídicas, las empresas y los equipos son historias que se forjan. Para conseguir la excelencia y apuntar a ciertas formas de triunfo hemos de dejar margen para improvisar con riesgo responsable. Superemos la mentalidad del “cuánto me cuesta” por la de “cuánto podemos ganar juntos”. El éxito tiene muchos caminos, y hay caminos que son éxito en sí mismos.
Excelente post Angel, digno de ser compartido con tu permiso en otros foros.Comparto tu opinión al 100%, intuyo que ha sido un proceso de selección que ha arrojado un resultado del que os sentís orgullosos, no es fácil detectar y retener talento, diria que lo primero es infinitamente mas sencillo que lo segundo, retener talento exige esfuerzo tambien un valor añadido por la parte contratante, ya sabes, es un quid pro quo…
Me gusta tu pensamiento y tus palabras escritas, ahora solo queda ser valiente y decirlo de voz a aquellos de los que te sientes orgulloso!
Enhorabuena por haber encontrado ese par de Mirlos Blancos!
Con tu permiso comparto tu post.
Un abrazo. Cristina.
Muchas gracias por tus palabras Cristina, simplemente procuro escribir sobre mi experiencia o vivencia e intentó reflejar mis criterios y mi visión de la vida.
Un saludo. Ángel.